Los activistas climáticos atacaron nuevamente esta mañana, cuando miembros de Ultima Generazione (La última generación) arrojaron alrededor de 18 libras de harina a un automóvil artístico BMW pintado por Andy Warhol en el centro cultural Fabbrica del Vapore en Milán.
Las mujeres del grupo tenían como objetivo llamar la atención sobre el «colapso climático», dijeron. En un video, se les puede ver acercándose a un automóvil deportivo alemán de 1979 pintado por Warhol y arrojando paquetes de harina sobre él. Luego, los guardias de seguridad sacaron a rastras a dos de los activistas de la habitación.
«No tiene sentido tener materiales más sostenibles si los gobiernos ni siquiera hacen lo que prometieron para reducir las emisiones de gases que cambian el clima», dijo María Letizia, investigadora de ciencia y tecnología de materiales que participó en la protesta. “Las emisiones aumentan constantemente y esto nos lleva al hambre y a las guerras por el agua, por la comida, por la supervivencia.
“Es insoportable para mí quedarme en el aula o en un taller con mis alumnos sin que los gobiernos pongan de su parte”, continuó Letizia. “Estos jóvenes para mí son la última generación que aún puede hacer algo, quiero ayudarlos para que no sean la última generación sobre la faz del planeta”.
Se informó que los miembros del grupo planeaban pegarse a las ventanas de los autos, pero no pudieron hacerlo.
El art car de BMW es uno de los 20 que fueron diseñados por artistas del fabricante alemán. Warhol cubrió el auto de carrera BMW M1 con aproximadamente 13 libras de pintura en 28 minutos en 1979. Luego, el auto se condujo en el circuito de Le Mans en Sarthe, Francia.
«El arte es tan precioso e intocable», dijo el departamento de compromiso cultural de BMW en un comunicado. “Se trata de toda la humanidad y muestra los increíbles logros de los que cada uno de nosotros es capaz. Art Car 1979 de Andy Warhol es una obra maestra única y no simpatizamos con un ataque violento contra el trabajo del artista que ha sido controvertido durante muchos años».
Esta última protesta es una de las muchas que han surgido en museos de todo el mundo a favor del cambio climático. A principios de esta semana, por ejemplo, los activistas climáticos arrojaron aceite sobre una pintura de Klimt en el Museo Leopold de Viena. Su objetivo principal es resaltar la hipocresía al destrozar obras de arte para alentar a los gobiernos a actuar más rápido para combatir los efectos del cambio climático. En casi todos los casos, las obras de arte en sí no sufrieron daños.