La tendencia de un cine en particular es tratar de esculpir el tiempo, siguiendo a los personajes a lo largo de los años; son visiones en las que se despliega la ficción en el documental. Así fue para Boyhood Richard Linklater, para Agostino Ferrente y Le cose belle con Giovanni Piperno. Los cuerpos crecieron y sentimos los sueños de las personas clave como nos dijeron. El cine hace esto. La música, en cambio, además de contar la evolución de los sueños, registra su sonido. Sueño con Maila, el nuevo disco de Amerigo Verardi, es un disco conceptual que parte de esta intuición: seguir a un personaje femenino a través de La idea de una niña, El verano increíble y Jugando con machos, jugando con hembras, episodios que portales portales narrativos en la formación de la conciencia.
O mejor dicho, de la inconsciencia: los sonidos del disco, oníricos y psicodélicos, reflejan el estrechamiento entre la experiencia delicada e incomprensible, alternan melodías de viejos cuentos y motivos infantiles y adolescentes con algunos ecos, susurros o interludios de fondo. rompiendo la idea de la historia lineal y “realista” de la vida de Maila. Una vida en la que episodios desenfadados como Help, que te transportan a los noventa, se integran con el mantra de Maila, una cautivadora canción que inicia la inmersión en la naturaleza volátil y magnética de la chica. Como personaje, piensa un poco en la última historia de Roberto Bolaño en Phone Calls, Anne Moore’s Life, un manifiesto para cualquiera que intente sentir el ritmo cambiante de una mujer.