La colección Nadie es como alguien más contiene un extracto de un cuento de Amy Hempel. Historias americanas que dicen así: “¿Qué pasaría si no supieras cuándo terminó? ¿Y si yo fuera el último en irme cuando todos los demás salieron del concierto, del cine, de la ciudad del crimen, de un romance fallido? Si buscaba señal pero no llega la señal. O viene pero no lo ves”. Encontrar esta página me recuerda la poesía del cantautor Giovanni Truppi, esperando participar en el Festival de Sanremo con una canción titulada Your father, my mother, Lucia, que parece un destilado nativo, una sustancia que dejó macerar sa. días para explotar luego con colores y sabores inesperados.
Es la cuestión de la colección que dirijo a Amy Hempel, a esta escritura que continúa a través de signos no inmediatos, que esconde pasajes lógicos imborrables, románticos e irónicos. Será por la portada del single de Sanremo realizado con firma oculta o por la estructura de la antología en general, en la que un artista intenta no solo dar lo mejor de sí. Entonces sería demasiado simplista pero también sus obstáculos, sus carreras menos entendidas, sus defectos más bellos, las aristas de sus propios talentos de los que se enamora y que ha olvidado terriblemente. Este es precisamente todo el universo de Giovanni Truppi, la destilación misma dentro de sí mismo -estoy dentro de mí, pero para citar otro título del autor- en el que Truppi se reproduce a sí mismo a la luz de la conciencia de que todavía existe el. coraje, y sencillez, sin saber cuándo terminará. ◆