Narbona celebra su historia romana en un nuevo museo

Devuélvele a César lo que es de César y de Georges Frêche. Si Narbonne (Aude) ahora tiene un museo dedicado a su historia romana, llamado Narbo Via y que se inauguró el sábado 11 de diciembre, en su día estuvo destinado al ex presidente de la región Languedoc – Roussillon.

Cuenta la historia que en la década de 1970, su colega Jacques Michaud, este profesor de derecho romano, llevó a Narbonne a la iglesia de Notre-Dame de Lamourguier, un lugar de culto en desuso con cientos de bloques tallados o tallados. piedras que datan del apogeo cuando Narbo Martius fue la primera colonia romana fuera de Italia. Dirigiéndose a estos restos en gran parte abandonados, Georges Frêche dice: «Simplemente vino a nuestro conocimiento entonces. Si yo fuera alguien, construiría un gran museo para mostrarles lo que se merecen. » Aquí está la versión oficial. Pero la honestidad obliga a Jacques Michaud a señalar que su colega gritador, que era fuerte y elocuente, comenzó a exclamar: «¿Pero que estas haciendo? ¡Carracas! », usando un término sureño sumamente inquietante para referirse a la supuesta falsedad de los gitanos…

Llegó «persona», Georges Frêche, unos meses antes de su muerte en 2010, puso en marcha el proyecto de este museo que pretendía poner en valor la herencia romana de Narbona, de la que no quedan vestigios significativos, aunque fuera la capital de las Galias Transalpinas (sobre las que más tarde se denominó Narbonnesa). en el pasado, a diferencia de Arles o Nîmes. El resultado es Narbo Via, un museo diseñado por Foster + Partners, el prestigioso estudio de arquitectura fundado por el británico Norman Foster, conocido en Francia especialmente por el viaducto de Millau. Con un coste total de 57 millones de euros, fue financiado en un 90% por la región (ahora Occitanie).

avenida de piedras

Apoyado en el canal Robine, en la entrada sureste de la ciudad, se levanta aquí un edificio sobrio, de una sola planta, una gran caja colocada sobre un podio que lo eleva y, sobre todo, lo protege del agua por la zona de inundaciones. Arquitectos de este XXIy Siglo después se multiplicaron los guiños a sus lejanos antecesores, como el uso del hormigón visto, crudo u ocre, siendo los romanos los primeros en utilizar este material en la construcción. En la entrada, una piscina discreta muestra el impluvium de las antiguas villas; tres pequeños patios abiertos al cielo construyen el tema del atrio; El tratamiento del aire del podio llega bajo los pies y se desencadena directamente por el hipocausto, este proceso de calefacción por suelo radiante utilizado en villas y termas romanas.

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