La venta de un cuadro del pintor Gerhard Richter, prevista en el ayuntamiento de Saint-Priest (Ciudad de Lyon), recoge el pánico y plantea interrogantes sobre las políticas culturales de las autoridades locales. Adquirido por la ciudad en 1988, por un precio de 100.000 francos (unos 15.000 euros), el lienzo abstracto en tonos rojos de 82 por 67 centímetros, titulado Cuadro abstracto 630-2estimado en varios millones de euros ahora. “Esta obra dormía en un arcón. No pudimos divulgarlo más, dado el costo del seguro. ¿Debería dejarse fuera hasta el amanecer? Creo que su lugar está en un museo o una colección privada”. autor Gilles Gascon (CD), 54 años, alcalde de Saint-Sagart. «Simplemente vino a nuestro conocimiento entonces. Creo que es de interés público». especifica el funcionario electo que se compromete a invertir el producto de la venta en equipamientos culturales de la ciudad.
Una discusión votada por el ayuntamiento el jueves 18 de noviembre dio inicio al proceso que debe conducir a una licitación para nombrar un subastador, para vender el lienzo del famoso artista contemporáneo, pintor entre las personas más caras del mundo, así como otros siete cuadros en poder del municipio. Con un debate legal promete ser espinoso. Según un decreto emitido en julio, el Ministerio de Cultura debe emitir un dictamen sobre la degradación (retirada del dominio público) de cualquier bien cultural asociado. «persona pública». El texto también establece que la degradación solo es posible si la obra ha «perdido el interés público». ¿Se aplica la regulación a nivel local? No estoy seguro, según los abogados que preguntaron al municipio. La prefectura también prestará mucha atención al seguimiento de la legalidad de la decisión municipal.
“Proporcionar un ambiente cultural fuerte”
El prospecto hace la venta triste Robert Riviere, 82 años. El ex asistente cultural de Saint-Priest descubrió la pintura del pintor alemán en una galería de París, con el consejo de un entusiasta del arte contemporáneo. En ese momento, las bibliotecas de arte estaban en auge y muchas ciudades imaginaron museos de arte contemporáneo. “Nuestra idea era hacer que la ciudad fuera atractiva, retener a la población y así ofrecer un ambiente cultural fuerte. Recibimos 75 obras para nuestra galería municipal, entre ellas veinte que fueron depositadas por el Estado y la región, hicimos dos exposiciones al año con el DRAC, ¡fue genial! » recuerda el socialista electo.